Después de más de 10 años de idas y venidas a los juzgados, el Tribunal Supremo ha invalidado las sentencias favorables de 2009 y 2013 a favor de los trabajadores de la fábrica de Uralita de Getafe, por un defecto de forma en la denuncia, anulando así los procedimiento judiciales. De los 21 demandantes que habían en 2007, ahora sólo quedan cuatro con vida. Este detalle no ha pasado desapercibido para la Asociación de Afectados por el Amianto (Avida) que agrupa a los antiguos trabajadores. “Al final, las familias pierden la esperanza y bajan los brazos”, afirma Juan Carlos Paúl, presidente de la asociación.
En 2002 se prohibió en España el uso del amianto en la construcción por sus efectos nocivos sobre la salud . La inhalación de las fibras de asbesto, más conocido como amianto, por parte de los trabajadores que durante muchos años trabajaron sin la protección adecuada con este material, ha sido la causa de graves enfermedades respiratorias como la fibrosis pulmonar, el cáncer de pulmón o el cáncer de pleura maligno o mesotelioma. También los familiares que cepillaban y lavaban la ropa contaminada de los trabajadores, así como los vecinos de las poblaciones donde se desarrollaba alguna actividad industrial relevante con asbesto, han sido y siguen siendo víctimas de esta exposición.
Según la sentencia del Tribunal Supremo, el hecho de existir una relación contractual entre la parte demandante (los trabajadores) y la demandada (Uralita), el proceso debería haberse instruido por la vía laboral en lugar de la vía civil. A pesar de ello la Justicia reconoce que “Uralita actuó de manera negligente amparada en una legislación excesivamente permisiva” al no proveer a sus trabajadores de las pertinentes medidas de seguridad a la hora de manipular este material conocido en todo el mundo como asbesto.
Fuente: El Mundo