¿Es aconsejable la vacuna en niños?, ¿Es seguro vacunar a los menores de 12 años? Son algunas de las preguntas que trata de responder el Grupo Colaborativo Multidisciplinario para el Seguimiento Científico de la Covid-19 (GCMSC) en su documento “Riesgo de miocarditis y pericarditis en la infancia y la adolescencia en el contexto de vacunación de la Covid-19 con vacunas ARNm”[i]. En este, los expertos indican que la vacunación en la población pediátrica con vacunas de la Covid-19 basadas en ARNm es segura y recomendable.
Una de las complicaciones importantes de la Covid-19, tanto en adultos como en niños, es la afectación cardiaca, que puede incluir miocarditis y pericarditis, además de una variedad de problemas más graves.
Específicamente en el grupo pediátrico, las complicaciones cardíacas de la Covid-19 serían menos frecuentes y más leves. No obstante, hay que tener en cuenta que una de las complicaciones más temida de la edad pediátrica después de la infección por Covid-19 es el síndrome inflamatorio multisistémico en niños (MIS-C).
Las vacunas de la Covid-19 basadas en la tecnología ARNm se han asociado de forma recurrente a casos de miocarditis y/o pericarditis, y estos efectos secundarios son más frecuentes en personas vacunadas del género masculino, y sobre todo después de la segunda dosis.
La miocarditis es una forma de enfermedad del corazón que resulta de la inflamación de los músculos que la conforman. Esta inflamación puede debilitar el corazón y dificultar su función de bombeo de la sangre hacia el resto del cuerpo. La miocarditis puede provocar síntomas que incluyen dificultad respiratoria, incrementos o irregularidades en el ritmo cardíaco y dolor precordial. La causa más frecuente son las infecciones virales, pero otras infecciones también pueden causarla, igual que una gran variedad de etiologías no infecciosas.
La pericarditis es una inflamación del tejido que envuelve el corazón (pericardio), frecuentemente causada por los mismos factores descritos para la miocarditis.
La miocarditis es una enfermedad típica de adultos jóvenes, especialmente varones, asociada a una respuesta inmuno-hormonal. También puede afectar a menores de edad.
El grupo de expertos realiza un exhaustivo análisis de la evidencia científica publicada hasta el momento, en base a tres grandes estudios europeos, para determinar la incidencia de miocarditis y pericarditis asociada temporalmente a la vacunación.
El primero es un estudio de casos utilizando datos del SNS francés (Epi-Phare) y los otros dos son estudios de cohortes (uno realizado con datos de registros canadienses y el otro en Dinamarca). La revisión de todos ellos sugiere que la frecuencia global de estas dos afecciones es rara, con una incidencia acumulada en un máximo de 10 casos por cada 100.000 personas vacunadas.
Diferentes hipótesis explicarían esta complicación. Aunque los mecanismos fisiopatológicos no están todavía establecidos, parecer ser que el riesgo podría asociarse a una respuesta inmuno-hormonal, y que esta podría estar relacionada con la cantidad total de antígeno, justificando por qué la incidencia es más alta después de la segunda dosis, especialmente en hombres, y en receptores de la vacuna Spikevax (dosis de 100 microgramos), en comparación con Cominarty (30 microgramos). Estudios recientes mostrarían tasas similares y la relación con la dosis está todavía por demostrar.
Los principales riesgos descritos serían leves a corto plazo, pero se desconocen las secuelas a largo plazo en el tejido miocárdico y las lesiones estructurales residuales que pueden dejar en el tejido.
El grupo de expertos considera recomendable, en la línea de los CDC americanos, la AEMPS española y otros grupos de expertos, que se promueva la vacunación de la población pediátrica con las vacunas basadas en ARNm.
Para hacer esta afirmación han valorado la baja incidencia de miocarditis y/o pericarditis asociada a las vacunaciones en menores de 12 años (la incidencia acumulada se ha estimado en un máximo de 5 casos por cada 1.000.000 de niños vacunados), la aparente baja gravedad de los casos cuando se da, la dosis proporcionalmente inferior para este grupo de edad (una tercera parte de la que se administra en adolescentes o adultos) y el beneficio de las vacunas para prevenir la enfermedad aguda, la persistente y las consecuencias más graves de la Covid-19 en pediatría, como el síndrome inflamatorio multisistémico en niños.
Los expertos concluyen que es importante mantener una buena farmacovigilancia para este tipo de edad, y promover la educación de la sociedad civil en la identificación precoz de síntomas asociados a la miocarditis y la rápida consulta con los médicos de cabecera y pediatras si estos aparecen.
Los menores de 12 años han estado durante muchas semanas en el grupo con la incidencia acumulada más alta de todas las edades. Los expertos coinciden que, en este contexto, el balance de riesgo / beneficio parecería todavía más a favor.
El doctor Jordi Roig Cutillas recuerda, además, que la vacunación es un acto de autoprotección y solidaridad, especialmente en casos de niños sanos, en los que la infección, si se da, acostumbra a ser leve o asintomática. “Son muchos los padres que se plantean si deberían vacunar a sus hijos si estos no tienen riesgo de enfermedad grave”, recuerda el neumólogo.
En su mayoría, los niños que se infectan por la Covid-19 tienen síntomas leves, o no tienen síntomas. Sin embargo, algunos se enferman gravemente. “En un contexto como el escolar, un niño sano puede sentarse o compartir ratos en el recreo con un niño susceptible de contraer formas graves de la enfermedad”, añade el Dr. Roig. Y recuerda: “Es especialmente importante tomar conciencia y ser solidarios”.
“Hay niños con enfermedades como la leucemia infantil que están en tratamiento, que tienen una forma de inmunodeficiencia congénita o adquirida, o que simplemente son diabéticos”, explica el doctor. En estos casos, la infección puede tener consecuencias muy graves para su salud.
“Es importante recordar a las familias y al conjunto de la sociedad que nuestros hijos pueden estar bien de salud hoy, pero que pueden desarrollar una enfermedad mañana. Este concepto de solidaridad es el motor del progreso del ser humano, y nos ayuda a ser más fuertes en la lucha contra la pandemia”, concluye el Dr. Roig.
[i] Este documento ha sido impulsado por el Instituto de Salut Global de Barcelona (ISGlobal) y el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB).