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Cumbre Vieja, el volcán de la Palma que entró en erupción el pasado 19 de septiembre ha destruido centenares de viviendas y ha obligado a evacuar miles de personas de sus casas. Desde que entró en erupción, ha liberado gases a la atmósfera, formando el llamado “esmog volcánico” o “niebla volcánica”. Este tipo de esmog puede irritar los pulmones y agravar problemas existentes en el caso de pacientes respiratorios.
El volcán libera al aire columnas de ceniza, polvo, dióxido de azufre, monóxido de carbono y otros gases. Los expertos del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) calculan que el Cumbre Vieja emite a diario 10.000 toneladas de dióxido de azufre, el más dañino de todos los gases.
Cenizas y gases del volcán
Cuando los gases reaccionan con el oxígeno, la humedad y la luz solar de la atmósfera se forma el esmog volcánico. Inhalar este esmog irrita los pulmones y las membranas mucosas. En altas concentraciones favorece la infección de las vías respiratorias y puede empeorar enfermedades como el asma, la bronquitis, la EPOC, enfisemas y cualquier otra afección pulmonar crónica.
Cuando el magma entre en contacto con el agua del mar, además, se crearán reacciones químicas que potenciarán el efecto tóxico. Este contacto entre lava caliente y agua fría lanzará al ambiente partículas de ácido clorhídrico, muy irritante para las vías respiratorias.
Medidas de protección
Niños y ancianos son las personas más susceptibles a estos gases. También pacientes con enfermedades respiratorias. Desde la Dirección General de Salud Pública del Servicio Canario de Salud insisten en no acercarse al volcán para protegerse del esmog. Es importante permanecer en casa con las puertas y las ventanas cerradas. Si hay que salir, ponerse una mascarilla FFP2 y usar gafas.
Los pacientes respiratorios deben tomar sus medicamentos siguiendo las indicaciones de su médico. No fumar, beber muchos líquidos y realizar ejercicios respiratorios en espacios interiores para mantener los pulmones saludables. En caso de pacientes respiratorios se recomienda no viajar o abandonar el área donde hay esmog volcánico para evitar complicaciones.
